"El mundo en los ojos de un niño", Carmesina
¡Duendes, volad!
Extended vuestras alas
para visitar todas las flores
y vislumbrar la más hermosa,
aspirar todos los aromas
de los frondosos árboles
y de las crueles rosas.
¡Cuidado con sus espinas, duendes!
Las rosas, orgullosas,
protegen a sus hijos
de vuestro suave vuelo,
de vuestras sutiles alas.
Temerosas, esgrimen sus armas
dispuestas a herir
a aquél que ose profanar
los pétalos de su más preciada carga,
los capullos, sus pequeños.
El viento balancea vuestras alas, duendes.
Las rosas, asustadas,
acometen vuestros frágiles cuerpos
con sus puntiagudas lanzas.
¡Cuidado, huid,
que no hay rosa sin espina!
Salvaos de vuestras agresoras
y regresad a vuestro mundo
de paz, libre de luchas.
El mundo reflejado en las pupilas inocentes
de los ñiños que despiertos os sueñan.